Con Comuty tienes una aplicación móvil que permite a colaboradores de empresas o usuarios que elijas, reservar vehículos dentro de tu flota, ofreciendo una solución integral para ti y tu equipo en la gestión eficiente de los recursos.
A través de la App los usuarios pueden acceder a información detallada sobre cada vehículo, incluidas las especificaciones técnicas y las imágenes, lo que facilita la elección del vehículo adecuado para cada ocasión. Además, podrán ver la ubicación actual del vehículo reservado y recibir actualizaciones sobre su estado.
De esta forma simplificas la gestión de vehículos para tu empresa. Cuando los empleados tengan que reservar un vehículo por necesidades laborales, podrán hacerlo a través de su móvil por la aplicación de Comuty.
Las empresas se enfrentan a los siguientes retos con la gestión de sus flotas.
En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en un eje central para las empresas, los criterios ESG (Environmental, Social, and Governance) están ganando relevancia como una guía esencial para la toma de decisiones responsables y sostenibles. Estos criterios no solo son una herramienta para evaluar el impacto ambiental y social de las organizaciones, sino también para asegurar que sus prácticas de gobernanza sean transparentes y éticas. Dentro de este marco, la movilidad sostenible emerge como un área crítica que las empresas pueden abordar para cumplir con sus objetivos ESG. Implementar soluciones de movilidad sostenible, como el carpooling, el carsharing y otras alternativas, no solo contribuye a la reducción de emisiones de carbono, sino que también puede mejorar la calidad de vida de los empleados y optimizar la eficiencia operativa.
La implementación de planes de movilidad sostenible se relaciona directamente con los tres pilares de los criterios ESG:
Adoptar estas soluciones no solo contribuye a cumplir con los criterios ESG, sino que también ofrece una serie de beneficios directos para las empresas:
La movilidad sostenible es una pieza clave en la estrategia ESG de cualquier empresa comprometida con la sostenibilidad y el bienestar social. Al implementar soluciones como el carpooling, el carsharing y otras alternativas de movilidad, las empresas no solo reducen su impacto ambiental, sino que también mejoran la calidad de vida de sus empleados y fortalecen su reputación corporativa. En un entorno empresarial cada vez más competitivo, adoptar prácticas de movilidad sostenible puede ser un factor diferenciador crucial, que permita a las empresas no solo cumplir con sus objetivos ESG, sino también prosperar en un mercado donde la sostenibilidad y la responsabilidad social son cada vez más valoradas.
En el 2023 se definió un nuevo derecho para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, y poder mejorar la manera como re relacionan con el transporte hacia su empleo. En el 2024 se ha aprobado la ley de movilidad sostenible y las empresas deberán comenzar su aplicación en el transcurso de este año.
Gracias a esta ley se fomentará un marco normativo enfocado en la descarbonización y la digitalización del transporte.
El proyecto de ley persigue cuatro objetivos fundamentales: convertir la movilidad en un derecho social, conseguir una movilidad limpia y saludable, contar con un sistema de transporte digital e innovador e invertir mejor en servicios de calidad para el ciudadano.
Un sistema de movilidad es esencial para alcanzar los objetivos de transporte sostenible, por eso las empresas y centros de trabajo deben repensar, la forma en como gestionan sus vehículos y crear estrategias de movilidad sostenible.
Implantar modelos de movilidad para reducir el impacto ambiental debe ser el compromiso de todas las empresas. Estos planes pueden incluir el fomento del transporte público e implementar servicios de movilidad compartida, colaborativa y conectada.
La próxima regulación requerirá que las compañías que cuenten con una plantilla de más de 500 empleados, o 250 empleados por turno, presenten (en los 18 meses siguientes a la entrada en vigor de la ley) un plan que garantice la sostenibilidad de los desplazamientos al lugar de trabajo, denominado Plan de Transporte al Trabajo o Plan de Movilidad Sostenible.
El Plan de Movilidad Sostenible incluirá todas las medidas adoptadas por la dirección para racionalizar los desplazamientos y minimizar su impacto ambiental. Este documento contemplará el transporte colectivo, la bicicleta, el patinete eléctrico, el carpooling, las aplicaciones de carsharing, el teletrabajo, la flexibilización de horarios…etc. No obstante, todas estas medidas deberán ser acordadas previamente por la organización.
La exigencia de implantar un Plan de Movilidad Sostenible en estas empresas y en grandes centros de actividad (los criterios específicos de estos están aún por definirse) va a tener un impacto significativo y sin precedentes en la forma en que las organizaciones gestionan la movilidad de sus empleados y de sus operaciones. ¿Quieres saber en detalle cómo afecta la Ley de Movilidad Sostenible a las empresas? Te lo explicamos a continuación.
Según el Artículo 2 del proyecto de ley, este plan debe recoger «el conjunto de medidas impulsadas por la dirección del centro de trabajo y elaboradas en el marco de la negociación colectiva, cuyo objeto es racionalizar los desplazamientos al lugar donde se desarrolla la actividad de los empleados, clientes, proveedores y visitantes«.
Una vez que se apruebe la nueva Normativa de Movilidad Sostenible, ya no será una opción como ahora: será una obligación legal. Esto requerirá que las organizaciones aborden una planificación meticulosa para llevar a cabo los cambios culturales necesarios para fomentar una movilidad más sostenible entre los diferentes grupos de interés de la empresa.
Algo que la empresa no podrá realizar en solitario, ya que debe involucrar a la representación de los trabajadores mediante un proceso participativo. En caso de que no exista representación legal de los trabajadores, la Nueva Ley de Movilidad Sostenible establece que deberá crearse una comisión negociadora con representantes de las dos partes para abordar el proceso de implantación.
El plazo para la puesta en marcha del Plan de Movilidad Sostenible es de 24 meses desde la entrada en vigor de la ley, tanto para empresas como para entidades públicas. Además, los responsables deben realizar un seguimiento y evaluación cada dos años.
La ley establece también sanciones en caso de incumplimiento normativo: